La experiencia en este alojamiento fue en su mayoría positiva. La comida casera que ofrecieron fue deliciosa y variada, lo que realmente disfrutamos. Sin embargo, el baño era incómodo y el personal, aunque amable, a veces era un poco intrusivo, lo que afectó nuestra privacidad. La ubicación es interesante pero puede resultar algo confusa al principio.

La cama adicional era un poco dura, pero la comida y atención fueron excepcionales!

La atención fue espectacular, el desayuno riquísimo! pero el sofá cama duro.

recomiendo este lugar insistentemente for una escala rápida

Acogedora habitación, amable personal, una ubicación conveniente cerca del aeropuerto que facilita el desplazamiento para explorar la ciudad.

Estoy contentísimo

La comida que roba el corazón

El ambiente familiar en el Palais Fes Yahya es inigualable. Nos sentimos como en casa gracias al trato cálido y atento de Mohamed, Amin y Abdul. Cada mañana, despertábamos al aroma de un desayuno delicioso, y las noches se llenaban de sabores auténticos marroquíes, como un inolvidable tajín de pollo con limón. Disfrutamos de la pizza y el cambio de platos ofrecidos por la madre, que siempre estaba dispuesta a complacernos, convirtiendo cada comida en un festín.

La ubicación puede resultar un poco confusa al principio. Las calles estrechas de la medina y algunas indicaciones poco claras dificultan el acceso inicial. Además, las escaleras que conducen a las habitaciones son estrechas, lo que puede ser un inconveniente si llevas mucho equipaje. A pesar de que el primer día podríamos habernos perdido, el personal fue siempre amable y nos asistió con gusto.

Oasis en medio de la medina, atractivo decorativo, amplia gama de excursiones.

No hay agua caliente consistentemente!!! , las habitaciones son ruidosas y la limpieza requiere atención!!! No se puede pagar con tarjeta y la ubicación es confusa por la noche!!!

La comida casera era deliciosa y variada.

La ubicación del riad es interesante, ya que está cerca de varios puntos turísticos como el Bab Bou Jeloud y el Museo de Armas, aunque puede resultar un poco complicado encontrarlo al principio. Disfrutamos de un desayuno abundante en una terraza con vistas agradables, y el personal estaba siempre dispuesto a ayudarte. Aunque hubo momentos en que la insistencia por ofrecer servicios resultó algo incómoda, la amabilidad de los empleados, especialmente de Abdul, fue un buen punto. Definitivamente volveríamos para disfrutar de la comida casera que se sirve aquí.

Lamentablemente, la habitación que nos dieron era mucho más pequeña de lo prometido. El personal, aunque amable, resultaba intrusivo y poco profesional, lo que afectó nuestra privacidad. Además, el baño era incómodo y el desayuno muy por debajo de nuestras expectativas.

El desayuno en el Palais Fes Yahya era tan espectacular que me sentí como un rey en un banquete. los croissants recién horneados y los jugos orgánicos estaban más frescos que una mañana de primavera. La terraza tenía unas vistas que hacían que mis fotos se sintieran como obras de arte.

Baño incómodo

Una estancia increíble

El lugar es un verdadero encanto, súper acogedor. La terraza para cenar tiene unas vistas espectaculares. Abdul y el equipo fueron super atentos, siempre dispuestos a ayudar. Además, la comida era la mejor de nuestro viaje. Sin embargo, al principio se hace un poco confuso encontrar el camino hasta el Riad, pero con un poco de ayuda, se hace fácil.

Todo excelente, cumple con las expectativas. Los tours organizados son una gran opción para explorar la medina y las cenas en la terraza son un verdadero deleite.

Todo estaba súper limpio el personal fue muy atento y servicial siempre listos para ofrecer un té después de un día de paseo. La comida era casera y deliciosa

Todo ha sido perfecto.

El ambiente familiar y acogedor es uno de los aspectos más destacados, donde el personal se preocupa genuinamente por el bienestar de los huéspedes. La comida es deliciosa, con platos caseros que superan las expectativas y opciones sin gluten disponibles. Sin embargo, las escaleras para acceder a algunas habitaciones son estrechas, lo cual es un inconveniente, y la ubicación, aunque central, puede ser algo confusa al principio para quienes no están familiarizados con la medina. vale la pena mencionar que, aunque el trato fue bueno, a veces resultó un poco intrusivo.

el ambiente en el riad es cálido y familiar los dueños son encantadores 😊. la comida es deliciosa, sobre todo los platos típicos marroquíes. la ubicación es ideal, muy cerca de los lugares de interés y con un servicio atento.

los escalones son un poco estrechos.